Se acabó. Lo que empezó como una aventura de medio año, se convirtió en el que probablemente recordaré como el mejor año de mi vida. Una vida nueva, que me cambiaría, espero que para bien. Nuevo idioma, nuevas costumbres, nuevos amigos. Si tuviese que valorar este año de uno a diez, probablemente me falte escala.
He aprendido que hay vida más allá de casa de papá y mamá. Algo que muchos ya sabían, pero que a los madrileños nos cuesta un poquito más aprender. Lejos quedan ya el mirar a una sarten con recelo, o el preguntarse como funciona la lavadora. Y a saber que llega un momento en la vida en el que los problemas se los tiene que solucionar uno, ya sea para encontrar casa, pelearse con el banco o con el alquiler del coche.
He aprendido que hay vida más allá de casa de papá y mamá. Algo que muchos ya sabían, pero que a los madrileños nos cuesta un poquito más aprender. Lejos quedan ya el mirar a una sarten con recelo, o el preguntarse como funciona la lavadora. Y a saber que llega un momento en la vida en el que los problemas se los tiene que solucionar uno, ya sea para encontrar casa, pelearse con el banco o con el alquiler del coche.
Tambien puedo decir orgulloso que he viajado por Europa. La situacion de Aachen la hemos aprovechado al máximo, y he podido ver con mis propios ojos desde la gran París hasta la recogida Tallin, pasando por media Europa entre medias.
Pero si algo me llevo de este viaje, y que definitivamente ha contribuido a que todo lo anterior funcionase, habeis sido vosotros. Cuando llegué estaba, como la mayoría, solo, y poco a poco nos arropamos hasta hacer una gran familia. Ya fuese de fiesta, en las cenitas en casa de unos o de otros o simplemente tomado cafe, me he sentido tan cerca de vosotros como si os conociese de siempre. Creo que me llevo algo de cada uno que me ha hecho crecer este año como no me lo esperaba, y espero que, a pesar de la distancia, no olvide lo grande que habeis hecho para mi este año.
Definitivamente mi Erasmus habeis sido vosotros, y antes que en la FAHO, en el Dom, o en Pontstrasse, cuando en el futuro mire para atrás, y piense en Aachen, sin duda me acordare de vuestras caras. Gracias, de corazón.
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