Aventuras y desventuras de un Erasmus en Aachen

23 de febrero de 2007

Sábado 17 - Carnavales en Maastricht... o de como los europeos también pueden ser paletos

Bueno, pues despues de ese gran jueves, el viernes tocaba descansar, aunque no mucho. Pasé el día en Aachen y simplemente salimos como un día normal, que con lo del día anterior ya había suficiente. Así que fuimos a la fiesta en la fantástica casa de Graciela y Mireia, que siempre tienen su aquel. Y más cuando coincidía con el cumpleaños de Luis, con lo que inevitablemete visitamos después el B9 para celebrarlo (es que pilla tan a mano...).

Pero lo importante de este post es lo que vino el sábado, cuando pasamos la tarde-noche en Maastricht, a ver como se lo montaban esto del Carnaval los holandeses. Es cierto que tras comentarlo despues, al parecer el domingo hubiese sido una mejor elección, cuando todo estaba mejor montado. Para el año que viene :p

Así que salimos de aquí despues de comer, todo vestiditos, modelo Gondolero noch ein mal (otra vez), y atravesamos Aachen entre la multitud que, de disfraz, nada. Anda que vaya sábado de Carnaval!

Bueno, pues después de una hora de autobús llegamos a Maastricht, ciudad a las orillas del Maas, como su propio nombre indica, y que la verdad es que esta muy bien. Parece mentira que estando a 40 km de Aachen ya se note que es Holanda, pero así es, los edificios ya tienen ese aire... holandés.

Total, que nos bajamos del autobús, que esta al otro lado del río con respecto al centro (a unos 10 minutos de éste), y de nuevo, nos tocó pasar entre la gran mayoria que no iban disfrazados. Bueno, ahora que lo pienso a lo mejor si que iban disfrazados: de compradores compulsivos! Parece que no hay otra ciudad mejor para compraren toda la zona, (y analizándolo, la verdad es que tiene bastantes buenas tiendas...).

Poco despues, tras cruzar el puente, llegamos al centro y nos encontramos con que la mayor parte del asunto estaba en una de las dos plazas grandes de Maastricht (y no me preguntés el nombre porque no me acuerdo). Allí había un escenario, alrededor del que se congregaban las multitudes (ya será menos) para cantar, bailar y festejar en general. Y ahora es cuando el título del post toma sentido: nos encontramos enmedio de unas auténticas fiestas de pueblo, con sus puestecillos, su olor a fritanga, y, sobre todo, su escenario con cantantes a la altura de las supremas de Maastricht. Y si no, a ver que os parece esto:




Pero bueno, nosotros nos lo pasamos bien igualmente, aunque antes del último autobús decidimos volver a Aachen para rematar la noche allí, esta vez en el Apolo (previo paso, como no, por el Kiosk de Pontstrasse). Si es que no tenemos arreglo...

Antes de despedirme os dejo de regalo una foto en el banco más... bueno no hace falta ni comentario jocoso


Y en breve, el genial, el inimitable, el irrepetible... Rosenmontag!

1 comentario:

David dijo...

...lo mejor las supremas de Maastricht... muy divertidas ellas con sus bailes de palmas tipo Gospel... el sábado nos dimos cuenta de que, sin luegar a dudas, el carnaval de Colonia era único.

un abrazo!!