Jueves 15- Der Altweiber
El primer día grande del Carnaval es el jueves, día en el que decidimos, como no, acercarnos a Colonia. Estos alemanes madrugan hasta para ir de fiesta, así que, en el tren de las 10 partimos hacia Köln con ganas de juerga (el hecho de que madrugase más para ir a Colonia que para ir al proyecto ya dice mucho de la importancia de estas fiestas...).
Antes de seguir con el relato del día, me permito un flashback de lo que fue el miércoles por la tarde en busca del disfraz. Como sólo habíamos tenido más de dos meses desde el mini-carnaval de noviembre, pues esperamos hasta el día de antes, una hora antes del cierre de las tiendas, para encontrar disfraz. Evidentemente a esas alturas lo poco que quedaba eran tallas 56, donde cabíamos David y yo juntos, que fue con quien desesperadamente busqué atuendo carnavalero. Finalmente, gracias a las sugerencias de Zoraida, nos hicimos con un fantástico disfraz de Gondolero (bueno, tres, uno para David, otro para Nacho y otro para mí) compuesto de tres piezas: camiseta de rayas de manga larga, sombrero y palo de fregona que hacía las veces de vara para mover la góndola. Aunque lo salao del disfraz bien mereció las carreras por Adaltbertstrasse a las 19:45.
Volviendo al jueves, ya con el disfraz puesto, el tren en sí mismo era ya una fiesta. Todo el mundo disfrazado, daba igual la edad, y bebiendo, casi dando igual la edad (los menores aun tendrán que esperar unos años), con ganas de llegar a Colonia y festejar. En el trayecto Luis y Taberner nos obsequieron con una fantástica entrega de "cómo montar el disfraz de escocés sin soltar la botella de whisky" (Luis, el año que viene el kilt sin nada debajo, eh...).
Si antes me he permitido el lujo de hacer un flashback, me permito ahora el idem de hacer un inciso (estoy sembrao hoy) para poneros al día de la tradición del Altweiber. Este jueves es en Colonia, no solo el primer día grande del carnaval, sino el día en que las mujeres toman el poder de la ciudad. Oficialidades aparte (una representación de las mujeres reciben en el Ayuntamiento la llave de la ciudad), ese día es tradición que las mujeres escenifiquen el poder cortando la corbata de aquellos hombres que consideren conveniente, previo pago de un beso. Asi que alli nos vemos los españoles, como no, corbata en ristre, esperando ser afortunados y volver con la corbata bien cortada. La verdad es que fue un poco decepcionante, ya que era bastante dificil encontrar tanto hombres con corbata como mujeres con tijeras. Al parecer la tradición se limita en muchas ocasiones a mujeres mayores que cortan corbatas como pueden, o, eso si, en la oficinas. En la calle hubo casos de españoles que si tuvieron suerte en el asunto de las corbatas, otros que se cruzaron con quien no debieron y demasiado pronto, y el caso intermedio, en el que corbatas y tijeras se veían sujetadas en ambos casos por manos nacidas en suelo patrio. Si es que ya se sabe que dios los cría, y nosotros nos juntamos. En cuanto a mi, bueno, eso dejo que lo cuente la afortunada...
Después de llegar la estación ya era una fiesta, al igual que lo fueron la plaza de la catedral, las orillas del Rhin, las calles, la plaza del Altmarkt... Todo el mundo disfrazado, algunos mejor que otros, con trajes que iban desde los tardicionales piratas hasta una piara de cerdos con el el eslogan del Media Markt a la espalada. El día transcurrió más bien en la que es conocida por los españoles como "la plaza del caballo" (creo), donde la multitudinaria fiesta duró hasta que se puso el sol, momento en que decidimos partir en busca de bar/garito. Sin embargo antes encontramos (bueno, encontraron) otra plaza con escenario y musica en directo incluida donde estuvimos un buen rato entretenidos y bien acompañados, con acento bávaro, aunque algunos mejor que otros (y hasta aquí puedo leer...).
Despues peregrinamos a la zona de discotecas donde seguimos la fiesta hasta la hora en la que a nuestro juicio aun podíamos cogerel ultimo tren, a eso de las 2. Que ingenuos. A la llegada a la estacion, fuimos recibidos por una charanga en pleno hall que suavizó el jarro de agua fría que recibimos tras mirar los paneles y no encontrar ningún tren con destino Aachen hasta... las 5:17!!! Asi que el McDonalds, como suele ocurrir en estos casos, fue el perfecto anfitrión para los hambrientos de madrugada. Tras un intento de buscar un sitio cercano a la catedral, y desistir rapidamente por el frío del carajo que hacía (el atuendo veraniego de gondolero no ayudó nada, a pesar de las sucesivas capas ocultas bajo la camiseta...), acabamos esperando en la estación (yo en concreto, durmiendo en el suelo), hasta la llegada del tren que nos llevase a Aachen para poder cargar las pilas del día siguiente.
Aquí podeís encontrar un relato alternativo de este mismo día, versión de David (arquitectura-madrid). Y el que tenga alguno foto interesnate, que no dude en mandarla.
3 comentarios:
cuento lo de la corbata...jeje...
ufff, no sé si podría porque tengo lagunas de ese día...jeje
Un beso!
...yo pusé un mensaje en Frankfurt y no se quedó, espero que est se quede...
yo estuve con Isra el jueves, si no todo el día, practicamente... y sí, fue un día muy gracioso en el que pasaron muchas cosas, todas buenas, ¡por supuesto!
por cierto, yo no sé quien te cortó la corbata... ¿fuiste tú lidia? ¿hubo más de una cortadora?... estas cosas tienen que salir a la luz...
Vaya, se ve qque los disfraces triunfaron entre la feminas.. si, si, a esos morritos me refiro :p
Esta chulo el disfraz, hasta parece currado de varios dias, jeje.
Un beso.
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