Bueno... Ya sé que ha pasado una semana desde que volví, pero después del desfase de Estocolmo intenté que esta semana fuese algo productiva. Por eso intenté salir lo menos posible, darle cañita al alemán, y como no, al proyecto. De ahí que no haya actualizado hasta ahora. Pero es que ya se sabe que las buenas intenciones de trabajo, en fin de semana desaparecen.
Bueno, pues volviendo al tema Estocolmo, comenzaré con el viaje de ida. Era mi primer viaje con Ryanair, compañía que se caracteriza en general por volar a aeropuertos denominados con el nombre de la ciudad a la que teoricamente sirven, seguido de un sufijo, nombre de otra ciudad más pequeña. Por ejemplo, nosotros salimos de Düsseldorf (Weeze). Y digo que sirven teoricamente porque yo, salvo en contadas excepciones, le pondría a todas el sufijo "ato", de atomarporculo, porque si desde Aachen se tarda algo más de una hora en llegar a Düsseldorf, hay que echarle otra más para llegar al aeropuerto este de Ryanair. Aeropuerto por decir algo, porque cuando llegamos allí, en realidad era una antigua base militar inglesa, con barracones aun en pie, en la que habían construido un edificio más moderno al lado de la pista. Además, partían solo cuatro vuelos diaríos (incluyendo el nuestro), todos de la compañía del señor Ryan, por lo que la actividad del aeropuerto, podría calificarse de, cuanto menos, frenética. Desde luego detalles como tener una tarjeta de embarque con nuestro nombre escrito a mano e ir andando hasta el avión rodeando la pista no hicieron más que añadir más madera a la situación, peculiar ya de por si .
El aeropuerto de Estocolmo (ato) , aunque más grande, seguía la misma línea. Aunque ya nada importaba porque, estabámos en tierras suecas! A la estación central fue a recogernos Jorge, el amigo de Luis, al que tengo que agradecer lo buen anfitrión que fue. Nos llevó a su residencia, donde dormiríamos todos los días excepto el de barco (que ya llegará), y que la vedad estaba muy bien. Organizada en corridors, compartía cocina otros cuantos, entre ellos un amigo de David, y una compañera de clase de Zana en Ciudad Real (qué pequeño es el mundo!).
Esa noche nos dimos una vueltecita por Estocolmo y nos tomamos una cervecita en un local un tanto peculiar (qué fashion que son estos suecos). Pero volvimos pronto que al día siguiente (miércoles) estábamos decididos a hacer turismo, ya que a partir del jueves, cuando cogeríamos el barco, ya no responderíamos de nuestros actos :p
El primer día de turismo ya os lo cuento mañana, pero hasta entonces os dejo con el amanecer que me he encontrado esta mañana en mi habitación antes de acostarme. Es que así da gusto llegar de juerga de día...
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