Aachen comienza a oler a despedidas. A cenas donde se habla del año que viene. A cafés donde se cuentas batallitas del Erasmus. A hacer aquello que llevas un año intentando y no has tenido tiempo para hacer.
Por eso ha sido también la semana de la cena con los halifeños. Y de la mensa china. Y de la invitación a Lucía, si, por fin, a mi casa (acontecimiento que ocurrirá en un par de horas). Aún me queda un mes en Aachen, pero poco a poco aquello que ha hecho esto tan grande se irá disipando hasta quedarse en nada.
Pero antes de entrar directamente en la depresión post-Erasmus, y paralelamente a la Machuchoparty 07 en Madrid, llega por fin la Fiesta de Halifax. Y no llega sola, sino acompañada por una visita a las fiestas de Gante el sábado (este año las fiestas del pollo, premonitorio a mas no poder), y una excursión a la playa de Rotterdam en lunes en la ultima ocurrencia de la faculta de Arquitectura: castillos en la arena.
Y es que un post del blog, al igual que un día, puede empezar muy gris, y acabar muy bien...
Por eso ha sido también la semana de la cena con los halifeños. Y de la mensa china. Y de la invitación a Lucía, si, por fin, a mi casa (acontecimiento que ocurrirá en un par de horas). Aún me queda un mes en Aachen, pero poco a poco aquello que ha hecho esto tan grande se irá disipando hasta quedarse en nada.
Pero antes de entrar directamente en la depresión post-Erasmus, y paralelamente a la Machuchoparty 07 en Madrid, llega por fin la Fiesta de Halifax. Y no llega sola, sino acompañada por una visita a las fiestas de Gante el sábado (este año las fiestas del pollo, premonitorio a mas no poder), y una excursión a la playa de Rotterdam en lunes en la ultima ocurrencia de la faculta de Arquitectura: castillos en la arena.
Y es que un post del blog, al igual que un día, puede empezar muy gris, y acabar muy bien...
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