Bueno, después de taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaanto tiempo sin actualizar, por fin me digno a reaparecer por aquí. Han sido semanas de no parar, de trabajo, de estudio, de viajes y de no tener tiempo para nada. Atrás quedan las escapadas a Hamburgo y Bremen, la escapada microondera a España, la fiesta de despedida de David, el viaje al Báltico y los estresantes días previos a la presentación del proyecto. Pero por fin llegó, después de este año que se ha pasado volando, el momento de dar por terminado el trabajo, y contar lo que he hecho. Aún queda por delante escribir el informe, tarea que compaginaré a partir del lunes con mi ultima ofensiva al aleman, con el curso intensivo de 5 semanas que comienzo. Pero ya más relajado, con la tranquilidad de saber que la presentación ya pasó.
El día fue cuanto menos curioso. Tras llegar apurado al departamento para intentar conseguir una demostración medianamente aceptable, tras haber sido incapaz de hacerlo la semana pasada, por fin llegué a una solución más o menos "enseñable". O eso creía yo, porque tras llevar los equipos a la sala de presentación, aquello no iba ni de coña. Se ve que las interferencias en la sala eran tales que la red inalámbrica era una castaña allí. Pero claro, como le dices eso al tío que te va a poner la nota. La situación era crítica, y si ya había estado muy nervioso toda la mañana, os podéis imaginar que en ese momento la histeria se apoderó de mí. Y desde luego el tutor de David (¿como coño le has aguantado casi un año?) metiendo caña justo en ese momento no hacía sino empeorar la situación. Así que me veís el ultimo cuarto de hora antes moviéndome por toda la sala con el microportatil, cambiando el router de sitio, girando las antenas, con la esperanza de conseguir algo. Pero por fin el Professor llegó, y aquello seguía sin funcionar.
Así que, después de la presentación de Elena, que hizo francamente bien, llegó mi turno. Una vez puestos en materia, y con la presión de la falta de tiempo, aceleré la presentación hasta bajar a los 20 minutos de rigor. Que estrés. Y llegó el momento de la no demostración. Ahí me veis, poniendo cara de pena, explicando que no he conseguido hacerlo funcionar allá arriba, a pesar de que poco antes había funcionado abajo en el laboratorio. Afortunadamente el Professor, ni corto ni perezoso, me dice que si arriba no funciona, que podríamos verlo abajo ¿no? Y al terminar las presentaciones finalmente hice la minidemostración, que, esta vez, funcionó. Que alivio, especialmente ante la cara de satisfación de mi tutor y el Professor.
Así que después de descansar un poquito, salimos a celebrarlo a Die Kiste. ¿Por qué leches he tardado tanto tiempo en descubrir ese sitio? Desde luego los lunes que me quedan en Aachen ya están adjudicados.
Espero que pronto Elena me pase tanto las fotos de la presentación como de la celebración de ayer. Ah, y gracias a todos por pasaros por Die Kiste, especialmente habiendo avisado con tan poco tiempo.
A ver si esta semana pongo al día el blog... (premio para el que cuente las veces que he terminado así las entradas :D )
El día fue cuanto menos curioso. Tras llegar apurado al departamento para intentar conseguir una demostración medianamente aceptable, tras haber sido incapaz de hacerlo la semana pasada, por fin llegué a una solución más o menos "enseñable". O eso creía yo, porque tras llevar los equipos a la sala de presentación, aquello no iba ni de coña. Se ve que las interferencias en la sala eran tales que la red inalámbrica era una castaña allí. Pero claro, como le dices eso al tío que te va a poner la nota. La situación era crítica, y si ya había estado muy nervioso toda la mañana, os podéis imaginar que en ese momento la histeria se apoderó de mí. Y desde luego el tutor de David (¿como coño le has aguantado casi un año?) metiendo caña justo en ese momento no hacía sino empeorar la situación. Así que me veís el ultimo cuarto de hora antes moviéndome por toda la sala con el microportatil, cambiando el router de sitio, girando las antenas, con la esperanza de conseguir algo. Pero por fin el Professor llegó, y aquello seguía sin funcionar.
Así que, después de la presentación de Elena, que hizo francamente bien, llegó mi turno. Una vez puestos en materia, y con la presión de la falta de tiempo, aceleré la presentación hasta bajar a los 20 minutos de rigor. Que estrés. Y llegó el momento de la no demostración. Ahí me veis, poniendo cara de pena, explicando que no he conseguido hacerlo funcionar allá arriba, a pesar de que poco antes había funcionado abajo en el laboratorio. Afortunadamente el Professor, ni corto ni perezoso, me dice que si arriba no funciona, que podríamos verlo abajo ¿no? Y al terminar las presentaciones finalmente hice la minidemostración, que, esta vez, funcionó. Que alivio, especialmente ante la cara de satisfación de mi tutor y el Professor.
Así que después de descansar un poquito, salimos a celebrarlo a Die Kiste. ¿Por qué leches he tardado tanto tiempo en descubrir ese sitio? Desde luego los lunes que me quedan en Aachen ya están adjudicados.
Espero que pronto Elena me pase tanto las fotos de la presentación como de la celebración de ayer. Ah, y gracias a todos por pasaros por Die Kiste, especialmente habiendo avisado con tan poco tiempo.
A ver si esta semana pongo al día el blog... (premio para el que cuente las veces que he terminado así las entradas :D )
2 comentarios:
enhorabuena por la presentación y el éxito del proyecto... ahora vida perra, como tiene que ser en Aachen...
me dio pena no quedarme más ayer, pero bueno, hice acto de presencia que no está mal ¿no? y como tú dices, todos los lunes a die kiste!!
un abrazo!!
genial la entrada, de aquí a ná le haces la competencia a david_ga ;)
disfruta el finde que el lunes toca estud... jajja, no puedo ni acabar la frase XD
un besico, ingeniero!!!
Publicar un comentario